


Héctor y Jessica
emoción, fuerza y toneladas de arroz
Hay bodas que se recuerdan por los discursos, otras por la fiesta, y algunas —como la de Héctor y Jessica— por un detalle imposible de olvidar: el aluvión de arroz a la salida de la iglesia.
La ceremonia tuvo lugar en la iglesia de Navarrés, en un ambiente solemne y emotivo. Los novios intercambiaron sus votos bajo la mirada de sus seres queridos, en una misa cargada de significado. Pero si el interior del templo estuvo marcado por la emoción, el exterior fue pura locura. A la salida, un grupo de amigos los esperaba con varias carretillas llenas de arroz. No puñaditos simbólicos, no. ¡Kilos y kilos de arroz que volaron por los aires en una auténtica lluvia blanca! La sorpresa y las risas quedaron grabadas para siempre en sus memorias… y en cada rincón de sus trajes.
Después del torbellino de arroz, el cóctel en Ca Pareja (Canals), a cargo del Grupo Alameda, fue un festín de sabores y buen ambiente. Entre brindis y abrazos, los invitados disfrutaron de una gastronomía exquisita antes de pasar al banquete, donde les esperaban muchas sorpresas.
Pero si algo caracterizó a esta boda, además del amor de Héctor y Jessica, fue su energía. No es casualidad que el tráiler de su boda intercale imágenes de su pre-boda y entrenamientos de crossfit. Los novios son apasionados del gimnasio, y su historia no podía contarse sin esa faceta de su vida. Todo ello, acompañado por la épica y nostálgica “In The End” de Linkin Park, que le da al vídeo un aire espectacular, cargado de intensidad y emoción.
Y como broche final, una fiesta que no decepcionó. Una orquesta brutal puso a bailar a todos hasta altas horas de la madrugada, cerrando una boda inolvidable, donde la fuerza y la pasión no solo se vieron en el gimnasio, sino en cada mirada, en cada abrazo y en cada momento vivido.
Héctor y Jessica lo dieron todo. Y nosotros, tuvimos el privilegio de capturarlo.